Meditação de Hoje - 1 de janeiro: A Primeira Vinda de Jesus - Pag. 7

"Vindo ... a plenitude do tempo, Deus enviou Sem Filho, ...para resgatar os que estavam sob a lei, a fim de que recebêssemos a adoção de filhos". Gál. 4-.4 ES
A vinda do Salvador foi predita no Éden. Quando Adão e Eva ouviram pela primeira vez a promessa, aguardavam-lhe o pronto cumprimento. Saudaram alegremente seu primogênito, na esperança de que fosse o libertador. Mas o cumprimento da promessa demorava. Aqueles que primeiro a receberam, morreram sem o ver. Desde os dias de Enoque, a promessa foi repetida por meio de patriarcas e profetas, mantendo viva a esperança de Seu aparecimento, e todavia Ele não vinha. A profecia de Daniel revelou o tempo de Seu advento, mas nem todos interpretavam corretamente a mensagem. Século após século se passou; cessaram as vozes dos profetas. A mão do opressor era pesada sobre Israel, e muitos estavam dispostos a exclamar: "Prolongar-se-ão os dias, e perecerá toda a visão". Ezeq. 12:22.
Mas, como as estrelas no vasto circuito de sua indicada órbita, os desígnios de Deus não conhecem adiantamento nem tardança. Mediante os símbolos da grande escuridão e do forno de fumo, Deus revelara a Abraão a servidão de Israel no Egito, e declarara que o tempo de sua peregrinação seria de quatrocentos anos. "Sairão depois", disse Ele, "com grandes riquezas". Gên. 15:14. Contra essa palavra, todo o poder do orgulhoso império de Faraó batalhou em vão. "Naquele mesmo dia", indicado na promessa divina, "todos os exércitos do Senhor saíram da terra do Egito". Exo. 12:41. Assim, nos divinos conselhos fora determinada a hora da vinda de Cristo. Quando o grande relógio do tempo indicou aquela hora, Jesus nasceu em Belém.
"Vindo a plenitude dos tempos, Deus enviou Seu Filho". A Providência havia dirigido os movimentos das nações, e a onda do impulso e influência humanos, até que o mundo se achasse maduro para a vinda do Libertador. ... Então veio Cristo, a fim de restaurar no homem a imagem de seu Criador. Ninguém, senão Cristo, pode remodelar o caráter arruinado pelo pecado. Veio para expelir os demônios que haviam dominado a vontade. Veio para nos erguer do pó, reformar o caráter manchado, segundo o modelo de Seu divino caráter, embelezando-o com Sua própria glória. - DN, 23 e 27.
Ano Bíblico - Gên. 1-3. juvenis: Gên. 1 e 2.

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Meditation Today Maranatha - Jan. 1: The First Coming of Jesus - Pag. 7

"Come on ... the fullness of time, God sent his Son ... to redeem those who were under the law, that we might receive the adoption of sons." Gal. ES-4 .4
The Saviour's coming was foretold in Eden. When Adam and Eve first heard the promise, they looked for its speedy fulfillment. joyfully welcomed their first-born, in the hope that was the deliverer. But the fulfillment of the promise tarried. Those who first received it died without seeing. From the days of Enoch the promise was repeated through patriarchs and prophets, keeping alive the hope of His appearing, and yet He came not. The prophecy of Daniel revealed the time of His advent, but not all rightly interpreted the message. Century after century has passed; They stopped the voices of the prophets. The hand of the oppressor was heavy upon Israel, and many were ready to exclaim, "are prolonged-day, and every vision faileth." Ezek. 24:22.
But like the stars in the vast circuit of their appointed path, God's purposes know no haste and no delay. Through the symbols of the great darkness and the smoking furnace, God had revealed to Abraham the bondage of Israel in Egypt, and had declared that the time of their sojourning should be four hundred years. "They will come later," said he, "with great wealth." Ge. 15:14. Against that word, all the power of Pharaoh's proud empire battled in vain. "That same day" appointed in the divine promise, "all the armies of the Lord went out of the land of Egypt." Exo. 24:41. Thus, the divine advice was given the time of Christ's coming. When the great clock of time pointed to that hour, Jesus was born in Bethlehem.
"When the fullness of time, God sent His Son." Providence had directed the movements of nations, and the tide of human impulse and influence, until the world was ripe for the coming of the Deliverer. ... Then Jesus came to restore in man the image of his Creator. No one but Christ can reshape the character ruined by sin. He came to expel the demons that had controlled the will. He came to lift the powder in, to reshape the marred character after the pattern of His divine character, embellishing it with His own glory. - DN, 23:27.
Biblical year - Gen. 1-3. Juveniles: Ge. 1 and 2.

 

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Hoy en día la meditación Maranatha - Jan. 1: La primera venida de Jesús - Pag. 7

"Vamos ... la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo ... para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción de hijos." Galón ES-4 .4
La venida del Salvador fue predicha en el Edén. Cuando Adán y Eva escucharon por primera vez la promesa, esperaban que se cumpliese pronto. con alegría la bienvenida a su primogénito, con la esperanza de que era el libertador. Sin embargo, el cumplimiento de la promesa se detenía. Los que recibieron primero que murieron sin ver. Desde los días de Enoc, la promesa fue repetida por los patriarcas y profetas, manteniendo viva la esperanza de su aparición, y sin embargo no llegó. La profecía de Daniel reveló el momento de su advenimiento, pero no se interpreta con razón todo el mensaje. Siglo tras siglo ha pasado; Se detuvieron las voces de los profetas. La mano del opresor pesaba sobre Israel, y muchos estaban dispuestos a exclamar, "se prolongan días, y perecerá toda visión". Ez. 24:22.r> Pero al igual que las estrellas en la vasta órbita de su derrotero señalado, los propósitos de Dios no conocen premura ni demora. A través de los símbolos de la gran oscuridad y el horno de humo, Dios había revelado a Abraham la esclavitud de Israel en Egipto, y había declarado que el tiempo de su peregrinación debe ser cuatrocientos años. "Vendrán más tarde," dijo él, "con gran riqueza." Ge. 15:14. Contra esa palabra, todo el poder del orgulloso imperio del faraón luchó en vano. "Ese mismo día" designado en la promesa divina, "todos los ejércitos del Señor salió de la tierra de Egipto." Exo. 24:41. Por lo tanto, se le dio el consejo divino el tiempo de la venida de Cristo. Cuando el gran reloj del tiempo marcó aquella hora, Jesús nació en Belén.
"Cuando el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo." Providencia había dirigido los movimientos de las naciones, y la ola de impulso humano e influencia, hasta que el mundo estaba maduro para la llegada del Libertador. ... Entonces Jesús vino a restaurar en el hombre la imagen de su Creador. Nadie sino Cristo puede formar de nuevo el carácter arruinado por el pecado. Él vino para expulsar a los demonios que habían dominado la voluntad. Llegó a levantar el polvo en, para formar de nuevo el carácter desfigurada después de que el patrón de su carácter divino, embellecer con su propia gloria. - DN, 23:27.
año bíblica - Gen. 1-3. Los juveniles: GE. 1 y 2.